Cada etapa de la vida es tan hermosa que no podemos quedarnos estancados con momentos vividos o cosas que nos detengan. 

Lo bello de cada día son las nuevas oportunidades que ella conlleva.

¡Un gran ejemplo de crecimiento es Jesús!

Lucas 2:52 (RVR1960)

“52 Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.”

El crecía en todos los sentidos, no solo se enfocaba en una parte de su persona, sino que estaba interesado en agradar a Su Padre, a las personas, pero también a crecer sano, fuerte y tener conocimiento. A veces nos enfocamos en crecer tanto en un área que descuidamos las otras.

Jesús se encontraba en constante movimiento haciendo milagros creativos, trabajando, haciendo amigos como también se tomaba el tiempo en crecer en su relación con Su Padre. Se aislaba y escuchaba instrucciones de lo alto.

Cuanta sabiduría puede darnos el padre si nos disponemos a escucharle.

Algunos de los impedimentos para aprovechar oportunidades son:

Comodidad:  No hay motivo suficiente de esforzarse cuando se tiene todo en alguna determinada situación. Sólo una persona apasionada no se dejaría estar en un momento así.

Conformismo: Completa aceptación de un estado en el que uno se encuentra. Mientras las personas de fe se encuentran de gloria en gloria.

Temor: Desconfianza de lo que sucederá. Cuando en el perfecto amor no hay temor.

Pereza: Las ganas de no hacer nada venciendo a las ganas de dar la milla extra. Porque no fuimos llamados a ser servidos sino a servir. Un siervo de Dios no puede andar en pereza.

Desánimo: Las comparaciones entre personas y situaciones causan desviación del pensamiento correcto de un hijo de Dios.

Hay oportunidades todos los días de tu vida. ¡Hay un bello plan que Dios guarda para aquellos que se animan a creer y a tener fe! Dios te bendiga.

Por Thais Catanas.